El elegíaco riojano.
Para terminar con nocturnidad, un homeje a mi Tibulo, aunque no mío, sino de nuestro Esteban Manuel de Villegas, que por circunstancias, tengo por poeta predilecto, junto a Jaúregui y Garcilaso:
A Albio Tibulo Poeta
Consuélale por haberle preferido Glicera otro más mozo que él; y para esto le da cuenta de unos amores que entonces tenía con una libertina.
Porque mudable la cruel Glicera
otro más joven a tu edad prefiera,
Albio, no te lamentes,
que es mucho lo que sientes;
ni tan sujeto a las melancolías
compongas elegías;
que de Ciro el amor abrasa ardiente
a la Licoris de bruñida frente,
y hace que a Fóloe siga,
más áspera que ortiga:
aunque primero se amarán espero
el lobo y el cordero.
Así le place a Venus ver en dura
cárcel la fealdad y la hermosura,
y en ásperas prisiones
contrarias condiciones,
habiéndolas primero aficionado
con juego muy pesado.
De mí podré jurar que, cuando estaba
brindando de amor noble, que más brava
que el golfo veneciano,
de puro inquieto cano,
me detuvo en sus grillos la divina
Mirtale libertina.
Espero dejar con esto zanjada la elegía, a la espera de unas tan "ansiadas" y más aún "demoradas" versiones de un poema que ha poco tiempo pedí en clase.
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